Transformados Por El Señor
Hermanos Dios los bendiga, ha sido de mucho gozo pertenecer a la Iglesia La Senda Antigua en Bogotá bajo la cobertura de Ministerios Hebrón. Nuestros pastores el hermano Juan Jaramillo, su esposa Clara de Jaramillo y sus hijos han sido de gran bendición para nuestras vidas y un ejemplo de su entrega, amor y dedicación a Dios los cuales han impactado nuestras vidas siendo un ejemplo para nosotros de imitar. Quiero contarles el testimonio de como la vida de mi esposo, la mía y la de nuestros hijos han sido afectadas, cambiadas y transformadas para la gloria del Señor y no solamente la de mi familia sino también las vidas de hermanos que se congregan en esta iglesia, lo digo por el testimonio que ellos han expresado con sus bocas de lo que el Señor ha hecho en sus vidas y en sus familias, de cómo el Señor nos ha envuelto en Su presencia, en cada servicio y reunión que hemos tenido; Dios nos ha visitado por su gran misericordia. A Él sea la gloria por los siglos, de los siglos, amen.
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Quiero contarles que en estos casi dos años que nuestros pastores Jaramillo han estado pastoreando nuestras vidas, hemos visto en la vida de mi esposo, la mía y la de nuestros hijos frutos de arrepentimiento y un deseo de seguir avanzando. Y no solo ha sido un deseo, el Señor en su gran misericordia nos ha movido y hemos sentido como familia que si estamos avanzando más cerca de Él. Por esto estamos muy agradecidos con Dios por moverse en nuestras vidas y visitarnos como hasta ahora el Señor lo ha estado haciendo. No podemos decir con exactitud que más cosas hará el Señor con esta pequeña iglesia aquí en Bogotá, Colombia y con nuestras vidas pero de algo podemos estar seguros, Él está haciendo grandes cosas en cada uno de nosotros y nos está visitando y llenando de Su presencia.
Hace 3 años atrás mi esposo y yo pensábamos que era difícil dejar a un lado los espinos y afanes, pero ahora hemos podido darnos cuenta que si es posible, ahí siguen pero ya no son lo más importante, nuestro Dios si es muy importante. Con la ayuda de Dios primeramente y el estar bajo la cobertura de nuestros pastores y bajo su consejo, hemos dado pasos de fe y hemos visto la mano de Dios obrando de una manera especial en nuestras vidas.
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Antes de que nuestros pastores llegaran, mi esposo y yo nos sentíamos muy secos, como esos huesos secos que habla Ezequiel 37. Y clamábamos al Señor, no nos dejes así, sopla vida en nosotros. Los afanes y espinos habían envuelto nuestra vida. ¿Qué de la vida de nuestros hijos? Ellos iban a ser tragados por este mundo e iban a crecer sin convicciones y sin un amor por la presencia de Dios, ese era el ejemplo que nosotros como padres les estábamos dando a ellos, que nuestro trabajo era más importante que buscar al Señor, no se veía esa prioridad por la presencia del Señor. El trabajo o cualquier afán o espino, no debe de robarnos la comunión con Dios, ni tiene que ser nuestra prioridad.
Esta era la condición de nuestra vida espiritual, metidos en los afanes y espinos de este mundo, estábamos tan desesperados que clamamos al Señor por su ayuda no queríamos continuar así, llegamos a pensar que la única forma de poder cambiar nuestro camino era moviéndonos de país y de iglesia. Pero los caminos del Señor no son nuestros caminos, ni nuestros pensamientos son sus pensamientos, Él tenía otros planes para mi familia.
Estando en esta situación, conocimos y nos conocieron nuestros pastores. Solo podemos decir que nuestras vidas han sido transformadas a 180 grados por el testimonio de ellos, por su amor al Señor, su entrega totalmente al servicio de Dios, por el ejemplo que hemos visto en ellos, en sus hijos, por ese amor que ellos han reflejado hacia nosotros y hacia las ovejitas, por la carga que ellos llevan en sus vidas que se refleja en sus rostros por nosotros. Por los aplausos que nos dan cuando tenemos un logro y también por las llamadas de atención cuando nos equivocamos. Solo podemos decir muchas gracias Señor por tu gran misericordia y amor para con nosotros. Podemos decir que en estos casi dos años que llevamos con nuestros pastores. El Señor ha estado restaurando nuestras vidas y la de nuestros hijos, podemos decir que hemos salido de ese estancamiento en el que nuestras vidas se encontraban.
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Él ha soplado su aliento de vida sobre nosotros, cuando nos encontrábamos muertos, nos hemos sentido nuevamente útiles al Señor, con nuevas fuerzas, hemos sido bendecidos en cada servicio, el Señor se ha derramado en nuestras vidas de una manera tan preciosa, tan poderosa que no hay palabras que puedan expresar lo que él está haciendo en esta pequeña iglesia con todos nosotros, el gozo más grande para nosotros es ver en los servicios a nuestros hijos ser quebrantados en la presencia del Señor y ver cada día lo que Dios está haciendo en ellos, colocando un amor más profundo por Su presencia, que gozo tan grande ha sido para mi esposo y para mí, oír a uno de nuestros hijos pequeños elevar un clamor delante del Señor en medio de la congregación.
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Dios si nos movió de un estado de tibieza y estancamiento a un nuevo tiempo de avanzar hacia Él. Señor gracias por tu cuerpo. Gracias Señor por la Iglesia La Senda Antigua y tu iglesia en todo el mundo. Gracias Señor por este refugio que tú has provisto que es tu iglesia. Gracias Señor por tus visitaciones que cada vez van en aumento y hemos sido bendecidos. Gracias Señor por haberte acordado de nosotros y visitarnos como hasta ahora lo has hecho. Gracias Señor por haber soplado tu aliento de vida sobre nosotros y habernos levantado de entre los muertos. Gracias Señor por la vida de nuestro pastor Juan Jaramillo, de nuestra pastora, Clara de Jaramillo y por cada uno de sus hijos: Joel, Simeón, Juanita y David Jaramillo. Le damos gracias al Señor por la vida de ellos y por la gran bendición que ellos han traído a nuestras vidas y a las vidas de nuestros hijos y de nuestros familiares y de todos nuestros hermanos. Gracias señor por nuestro pastor y nuestra pastora que son llevadores de cargas, de ayuno y de oración. Gracias Señor, tú los has levantado para bendecirnos y guiarnos por este desierto. Amén.
Milagro de Sanidad
Estimados Hermanos:
Para mí es una alegría, en primer lugar, poder darle la Gloria y Honra al Señor Jesucristo, y compartir con todos los hermanos un milagro hecho en mi vida a través de este ministerio.
Hace cinco meses tuve una lesión espondilosis cervical y se me presentó un Tinitus muy fuerte en el oído derecho que me dejó sin audición tres días y me quedó un ruido muy fuerte de día y noche.
Fue un tiempo muy difícil para mí, pero sabía que los Pastores Jaramillo estaban orando por mi.
Un día, la Pastora me compartió el video de una prédica a la cual yo no pude asistir: "Clamores desde la Entrada y el Altar". Yo la estaba escuchando en la noche, y estaba siendo muy bendecida con el mensaje que se había compartido.
Sin embargo, en el momento que el Pastor oraba porque nuestros oídos fueran abiertos, de alguna manera yo sentí que el Señor entró al lugar donde yo estaba y puso Su mano en mi oído natural.
En ese instante tuve la certeza de haber sido sanada, y efectivamente, desde ese entonces toda molestia y dolor se fueron y no han regresado.
De inmediato, aunque era tarde, me comuniqué con los Pastores, compartiendo esta maravillosa obra del Señor en mi cuerpo a través del ministerio de las prédicas en video en la página de internet.
¡Doy gracias al Señor por este ministerio y el milagro hecho en mi vida a través de él!
El Camino de Dios
Nosotros llegamos a Ministerios Hebrón después de haber recibido la visita de una familia que asistía a esta iglesia.
Al ver cómo sus dos pequeños hijos oraban al Señor, fuimos confrontados con nuestra realidad y produjo en nuestro corazón el deseo de tener lo que ellos tenían. En ese momento, al verlos, nos convencimos que en esta iglesia había algo diferente que no habíamos visto en los años de vida cristiana que llevábamos. Por este motivo decidimos congregarnos y poner en práctica aquello que nos empezaron a enseñar.
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Después de diez años de este encuentro con el Señor, Él nos ha plantado en la Iglesia la Senda Antigua en Bogotá, bajo la cobertura de Ministerios Hebrón y hemos sido testigos de la obra de restauración, amor, misericordia y fidelidad del Señor en muchas familias, incluyendo la nuestra, las cuales le servimos a Él con todo nuestro corazón día a día, atendiendo y confiando en las enseñanzas y consejo que hemos recibido del Señor en la congregación, para la crianza de nuestros hijos y así mismo poder ser instrumento de Él para poder alcanzar otras vidas por medio de un testimonio real en nuestras familias. (Malaquías 4:5-6)
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En la iglesia nos han enseñado que en el tiempo del fin vendrá la visitación más gloriosa del Señor, y ésta visitación va a comenzar en cada uno de los hogares, sabiendo esto, tomamos la determinación de apartar nuestras vidas y la de nuestras hijas, del mundo y sus afanes, educándolas en casa, con el firme propósito de guardarlas para el servicio del Señor.
También, Él nos ha permitido entender, que nosotros como padres aparte de ser sus tutores en el colegio, debemos ser testimonio y ejemplo para ellas en el camino de Dios, buscando una descendencia para la gloria de Él (Malaquías 2:15).
Hemos procurado que nuestro hogar tome el orden Divino, el esposo siendo el sacerdote del hogar, la esposa sujeta al esposo siendo ayuda idónea, y nuestras hijas como resultado de nuestro ministerio a Dios en la casa, pasando tiempo leyendo su palabra, cantando alabanzas y orando en familia, edificando un altar día y noche, buscando su voluntad y conociéndolo cada vez más.
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Sumado a esto, el Señor nos ha bendecido con unos líderes conforme a su corazón, el pastor Juan Jaramillo, su esposa María Clara de Jaramillo y sus hijos, ellos con el deseo de servirle al Señor nos han apacentado, guiado, consolado (Jeremías 3:15) y han traído el Río del Señor a nuestra congregación, donde bebemos de las aguas de Su Presencia en cada servicio , pues hemos visto en el tiempo que han estado con nosotros el gran Amor y Temor de Dios en sus vidas, los cuales han sido de gran influencia para nosotros y para muchas ovejas más, fortaleciéndonos y cimentándonos en el Señor; son pastores que incansablemente buscan Su Presencia y en esa búsqueda, Él les ha revelado Joyas del Reino las cuales comparten con toda la congregación, eso ha hecho que haya un crecimiento espiritual en las ovejas y este crecimiento nos ha hecho andar en los cimientos bíblicos del sometimiento a la autoridad, la bendición de ser pastoreado, el lugar secreto, la vida de oración, el servicio y la comunión con los hermanos, la separación del mundo, la santidad y el temor de Jehová. ¡Es una bendición ser pastoreados por ellos!
Desde que tomamos la decisión de andar el camino de la senda antigua (Jeremías 6:16), el Señor nos ha unido con lazos de amor a Él y a otros hermanos que andan en este mismo sendero, no ha sido un camino fácil, pues hemos recibido el rechazo de familiares y amigos, pero tenemos en la congregación la fuerza y el ánimo para continuar sin desfallecer, con el deseo de que le seamos agradables y escuchar de la boca del Señor las palabras “…bien hecho, buen siervo y fiel” (Mateo 25:21). Vale la pena despojarnos de lo que somos y de muchas cosas por amor a Él, pues Su galardón es grande, (Mateo 5:12), (Hebreos 11:26), (Apocalipsis 22:12). Estamos seguros que el Señor está abriendo pozos de agua viva en esta congregación, para los sedientos, pues hemos visto muchas vidas transformadas a través del arrepentimiento y del alimento que Él Señor nos ha dado en este lugar. Dios los bendiga.